La música como instrumento pedagógico.

Para poder desplegar el concepto de la inteligencia musical, debemos asumir una postura teórica en relación al cuestionamiento: ¿Qué es la inteligencia humana? El teórico Howard Gardner expone en su teoría de las inteligencias múltiples que la inteligencia es: “Un potencial bio-psicológico que posee nuestra especie para procesar información que nos permite resolver problemas o crear productos que tienen un valor en una cultura”.
Así pues, ahora nos centraremos en identificar que genera el constructo de la inteligencia musical. En la interpretación de la música sabemos que esta es una sucesión y combinación de tonos. Es así que se concentra en el reconocimiento de patrones tonales, sonidos, sensibilidad al ritmo y compás. Según los grandes estudios realizados por los expertos, se considera la inteligencia musical como una de las primeras en aparecer en el ser humano; por esto se determina que la música tiene dos dependencias: la inteligencia musical expuesta por los creadores de melodías y la inteligencia verbal-lingüística en la capacidad para crear letras para acompañar las melodías. Por ende, según lo expresado en el texto: Estimulación de la inteligencia musical en el aula de clases: una labor del docente especialista de música: “la música es una de las áreas menos importantes según los docentes no especialistas en música”. Lo cual, a mi parecer, es lamentable, pues creo imperante reconocer el sentido propio de la música para el ser humano. Aquí cabe resaltar, que el ser humano es una estructura en sí misma marcada por la música, pues su composición interna tiene sincronizaciones rítmicas y de compás.
Por consiguiente, deseo expresar que la música me ha brindado beneficios en diferentes espacios; en especial en el proceso de educación infantil, pues esta genera una trazabilidad en la interpretación de la vida. Según los gustos musicales de una persona podemos inferir rasgos de su personalidad. Además, es de vital importancia en nuestra labor pedagógica identificar y comprender que cada niño es un mundo. En este sentido cada uno tiene un ritmo y estilo de aprendizaje determinado por la inteligencia que prevalece en su
individualidad, lo que permite una excelente relación de aprendizaje desde las figuras docente- educando.
Para finalizar, debemos recordar que la música es un dispositivo de memoria, que se amplía según el estado anímico de cada persona, ya que es la única estimulación externa que llega de inmediato al sistema nervioso. Por lo tanto, podemos ayudar a construir en los pequeños, gustos musicales amplios, que les permitan ver la vida de una manera más bella. Podemos conectarnos con las necesidades y emociones de ellos para establecer un mejor proceso formativo que se desprenda desde el gusto y la fascinación por elementos culturales como la música.
Docente
ALEJANDRA ROLDÁN